miércoles, 2 de agosto de 2023

Vincas Kutavicius - El dueño de la Hacienda Corona Australis

Tras dejar a los araucanos y continuar su viaje hacia Mendoza, previo paso por San Rafael, Esteban recibió indicaciones de los lugareños sobre cómo llegar a la Hacienda Corona Australis, el lugar que le indicó el lonco antes de su partida.

Una vez entró en las tierras de la Hacienda su caminar no dejó de ser observado por los esbirros del dueño. Varios gauchos le seguían a la distancia. Como, por cierto, era habitual hacer con todos los forasteros que se adentraban en aquella propiedad.

Cuando por fin llegó al caserón, una palacete en medio de la nada, desde donde se dirigía y administraba la propiedad. Allí le esperaba Vincas Kutavicius, buen amigo del coronel Kreiber, descendiente de adinerados emigrantes lituanos. Un tipo rubio, delegado y de estatura media, aunque por su ego y arrogancia fuera se le podría considerar un gigante. Que se jactaba de su gran desprecio por todo lo hispano que había en aquellas tierras.


Nota: Imagen enlazada desde Sala Medina en la web de la Biblioteca Nacional Digital de Chile.


jueves, 20 de julio de 2023

El Sable de Caballería: Un Símbolo de Liderazgo y Destreza Militar

Los sables de caballería tienen una larga e importante historia. Surgieron a partir del desarrollo de armas como la cimitarra y el shamshir, que tuvieron sus orígenes en Oriente Medio y Asia Central. Durante el siglo XVIII, este tipo de sables curvos fue adoptado por las caballerías europeas y asiáticas, ya que su hoja curva resultaba ideal para infligir cortes mortales a la infantería enemiga y derribar a otros jinetes aprovechando la ventaja de atacar montado.

Existen distintos tipos de sables de caballería, cada uno con características particulares según su lugar de origen. Entre ellos se encuentran el elegante sable francés, el sable cosaco de hoja más recta y el sable polaco de hoja ligeramente convexa. Todos cumplen la misma función principal en el campo de batalla: infligir cortes mortales a la infantería enemiga y derribar a otros jinetes aprovechando la ventaja de atacar montado. Los sables también simbolizaban el liderazgo, siendo portados por oficiales que encabezaban las cargas de caballería.

La fabricación de los sables de caballería requería acero de gran calidad y herreros muy hábiles. La hoja se forjaba con una ligera curva, mientras que la empuñadura solía ser de metal, madera o marfil, a veces bellamente decorada. El proceso de fabricación completo demandaba gran experiencia en técnicas de forjado avanzadas.

El uso del sable estaba sujeto a estrictos protocolos y reglamentos, desde la forma específica de blandirlo y envainarlo hasta con un cuidado ceremonial. Era considerado un arma noble y un símbolo de posición militar. Hoy en día, los sables ya no se utilizan en combate real, pero se mantienen como parte de desfiles y ceremonias, transmitiendo tradición e historia militar. Los sables antiguos también son muy apreciados por coleccionistas y entusiastas de armas históricas.

En El Hombre del Rey, el sable de caballería tiene una presencia constante, ya que hacen uso de él el coronel Kreiber y sus oficiales, así como Esteban de Zubiaga y Norzagaray en diversas ocasiones. El sable tiene su momento "estelar" en la Hacienda Corona Australis durante el duelo entre su dueño, Vincas Kutavicius, de origen lituano, y Esteban, quienes mantienen un encarnizado combate, cada uno con su respectivo sable de caballería.


Nota: La imagen ha sido enlazada desde el web Wikipedia.


martes, 11 de julio de 2023

Lectores de “Inés del alma mía”, de Isabel Allende ¡Os necesito!

Amigo lector de "Inés del alma mía", si te gustan las novelas de intriga y romance ambientadas en Hispanoamérica, tengo una recomendación que te puede interesar. Se trata de "El hombre del rey", una apasionante novela llena de aventuras que transcurre en la Argentina de finales del siglo XIX.

La novela cuenta la historia de Esteban, un joven teniente carlista que debe viajar a Argentina para resolver un misterioso asunto familiar. Allí descubrirá un mundo nuevo y hostil, donde conocerá a personajes inolvidables como Ailin, una valiente mestiza de la que se enamorará perdidamente.

Al igual que "Inés del alma mía", "El hombre del rey" te transportará a una época fascinante de la historia latinoamericana. Conocerás de primera mano la dura realidad de los inmigrantes que llegaron a Argentina buscando una vida mejor, así como la lucha de los pueblos originarios por defender sus tierras del avance del Ejercito Argentino hacia sur, en La Pampa.

La novela tiene todos los ingredientes para engancharte desde el primer capítulo: una trama llena de giros inesperados, personajes carismáticos, escenarios exóticos y evocadores, y un estilo ágil de leer que no te dejará soltar el libro (uff, este párrafo, lo mismo, me ha quedado un poco pretencioso).

Así que si te apetece sumergirte en una historia llena de romance, acción y aventuras, no dejes pasar la oportunidad de leer "El hombre del rey". Estoy seguro de que te atrapará ¿tanto como "Inés del alma mía"? Espero que sí. ¡A por otra novela inolvidable ambientada en nuestra querida Latinoamérica!

Por supuesto, este texto no es una comparativa ni critica hacia Inés del alma mía de Isabel Allende, ni tampoco se comenta nada sobre el contenido de Inés del alma mía. Es tan solo un comentario por que ambas historias son históricas, se desarrollan en Sudamérica y pueden interesar al mismo lector, al amante de la novela histórica. Inés del alma mía y El Hombre del Rey son historias diferentes, con tramas diferentes, con etilos narrativos diferentes, aunque coinciden en lo ya expuesto.

Solo queda desear que disfrutes de ambas historias...


Ah! ...y si aún no has leído las aventuras de Inés aquí van unos enlaces:

jueves, 29 de junio de 2023

La influencia británica en las guerras carlistas

Las relaciones del País Vasco con Inglaterra en el siglo XIX

En el siglo XIX, España se enfrentó a una profunda crisis política, social, institucional y militar debido a los conflictos entre liberales y tradicionalistas, que estallaron tras la invasión napoleónica debido a las modernas ideas “revolucionarias” que con ella entraron en la Península. Las guerras carlistas reflejaron este conflicto, con la disputa sucesoria tras la muerte de Fernando VII en 1833. Estas guerras no resolvieron el conflicto ideológico entre liberales y tradicionalistas. Además, las insurrecciones carlistas continuaron durante todo el siglo XIX, encontrando mayor apoyo en el País Vasco y Navarra, e influyendo en el conjunto de España y sus relaciones con Inglaterra.

Contexto histórico del siglo XIX en España

El siglo XIX en España estuvo marcado por los conflictos ideológicos entre los liberales y los tradicionalistas, y la crisis general que ello conllevo en todos los aspectos de la sociedad. Esta crisis surge como consecuencia de la confluencia de tres acontecimientos traumáticos: la Revolución Francesa, la invasión napoleónica y la Guerra de Independencia. Estos hechos transformaron profundamente el panorama político, social y económico de España.

Influencia de la Revolución Francesa y la invasión napoleónica

La Revolución Francesa, que comenzó en 1789, tuvo un impacto significativo en toda Europa, incluyendo a España. Los ideales revolucionarios de igualdad, libertad y fraternidad se difundieron por toda la región, despertando un fuerte descontento en amplios sectores de la sociedad española y generando tensiones políticas.

La invasión de Napoleón en 1808 añadió más leña al fuego, ya que los franceses ocuparon España y establecieron un gobierno títere. Esto desencadenó un fuerte sentimiento de resistencia y patriotismo entre los españoles, y fue el inicio de la Guerra de Independencia.

Guerra de Independencia y militarización de la sociedad

La Guerra de Independencia marcó un antes y un después en la sociedad española. Este conflicto militarizó la sociedad, con la creación de milicias populares y guerrillas que luchaban contra el invasor francés. La resistencia mostrada por el pueblo español en esta guerra fortaleció el sentimiento nacional y fomentó un ferviente patriotismo.

La guerra también tuvo un impacto económico significativo. La paralización del comercio y la industria debido a la ocupación francesa provocó una grave crisis económica y agravó la situación ya precaria debido a la depresión económica europea. La guerra de Independencia dejó una profunda huella en la sociedad y en la historia de España durante el siglo XIX.

Crisis institucional entre liberales y tradicionalistas

Tras la Guerra de Independencia, España se vio sumida en una profunda crisis en todos los aspectos imaginables. Esta crisis de materializó de forma institucional en dos visiones contrapuestas del país, lo que dio lugar al surgimiento de los liberales, defensores del liberalismo ilustrado y partidarios de reformas políticas, y los tradicionalistas, que defendían la religión católica, la monarquía absolutista y el centralismo administrativo y político.

Estos conflictos ideológicos se intensificaron con la disputa por la sucesión al trono tras la muerte de Fernando VII en 1833, dando lugar a las guerras carlistas. Los liberales buscaban establecer un gobierno constitucional y parlamentario, y por su parte los tradicionalistas luchaban por mantener el antiguo régimen y el absolutismo.

Las guerras carlistas y su origen ideológico

Tras el fallecimiento de Fernando VII, se desencadenó una lucha por la sucesión al trono entre su hija Isabel y su hermano Carlos. Los carlistas, liderados por Carlos, sostenían el derecho al trono alegando la ley sálica y su oposición a las reformas liberales implementadas por su hermano. Mientras tanto, los liberales respaldaban a Isabel y defendían un régimen constitucional.

Los carlistas se caracterizaban por su firme defensa del tradicionalismo político y religioso. Rechazaban los cambios y las reformas liberales, abogando por una monarquía absolutista y la preservación del poder de la Iglesia. Atraídos por su mensaje conservador, encontraron apoyo en diversas regiones de España, especialmente en las Provincias Vascongadas y Navarra.

En contraposición, los liberales impulsaban un régimen constitucional que garantizara libertades individuales, derechos civiles y una mayor participación ciudadana en el sistema político. Consideraban esenciales las reformas políticas y criticaban las estructuras tradicionalistas y absolutistas del régimen anterior. Los enfrentamientos entre carlistas y liberales se intensificaron, desencadenando las múltiples guerras carlistas que marcaron el siglo XIX en España.

Desarrollo y duración de las guerras carlistas

Las guerras carlistas de 1833 a 1840 fueron el resultado de la lucha por el poder y las diferencias ideológicas entre liberales y tradicionalistas. Los carlistas, representantes del tradicionalismo político y religioso, se enfrentaron a los liberales que luchaban por un régimen constitucional. Durante este período, se produjeron numerosos enfrentamientos armados en diferentes partes de España.

Finalmente, en 1839, se firmó el Convenio de Vergara, que puso fin a las guerras carlistas. Este acuerdo estableció la rendición de las fuerzas carlistas y concedió amnistía a los prisioneros. Sin embargo, aunque las hostilidades cesaron, el conflicto ideológico entre liberales y tradicionalistas no se resolvió por completo.

Resurgimiento de las insurrecciones carlistas en el siglo XIX

A pesar del Convenio de Vergara, las insurrecciones y conflictos carlistas continuaron a lo largo del siglo XIX. Estos resurgimientos fueron en gran parte una reacción a los cambios políticos y sociales que se produjeron en España, particularmente en respuesta a la revolución de 1868. La tercera guerra carlista fue uno de los episodios más significativos de esta etapa, y se prolongó hasta 1876.

La tercera guerra carlista y su duración hasta 1876

La tercera guerra carlista fue un conflicto prolongado que duró desde 1872 hasta 1876. Durante este período, los carlistas buscaron hacer valer sus ideales tradicionalistas y recuperar el poder en España. La guerra se caracterizó por una serie de batallas y enfrentamientos armados en varias regiones del país.

La tercera guerra carlista finalmente llegó a su fin en 1876 con la derrota de las fuerzas carlistas y la consolidación del poder del gobierno constitucional. Este conflicto dejó una profunda huella en la historia de España y marcó el final de las guerras carlistas.

Apoyo y territorios carlistas durante las guerras

Las Provincias Vascongadas y Navarra desempeñaron un papel crucial en el conflicto carlista. Estas regiones tenían una fuerte identidad cultural y una marcada tradición foral que se mantenía vigente en su legislación. Este arraigo a las tradiciones y sus fuertes lazos con la religión católica favorecieron una mayor adhesión de las personas a la causa carlista.

  • En las Provincias Vascongadas, la resistencia al centralismo político y la defensa de sus derechos forales fueron motivos fundamentales para el apoyo a los carlistas. Sus instituciones autónomas y su capacidad para mantener cuerpos de voluntarios sin ser purgados permitieron que los carlistas encontraran un terreno propicio para consolidar su poder.

  • or su parte, Navarra, con su fuerte tradición carlista, se convirtió en un bastión carlista durante las guerras. La región se mostraba reacia a los cambios impuestos por los liberales y encontró en los carlistas una vía para preservar sus valores religiosos y políticos tradicionales.

Legislación foral y su influencia en el alzamiento carlista

La legislación foral, presente en las Provincias Vascongadas y Navarra, desempeñó un papel relevante en el alzamiento carlista. Estas leyes garantizaban derechos y privilegios a las regiones que las defendían, fortaleciendo así el apoyo a los carlistas. La preservación de las instituciones propias, como los fueros, fue un factor determinante para la adhesión de la población a la causa carlista en estas áreas.

  • La legislación foral permitió a las Provincias Vascongadas mantener sus cuerpos de voluntarios y conservar ciertas prerrogativas frente al poder central. Esto hizo posible que se convirtieran en un baluarte carlista sólido y resistente.

  • En el caso de Navarra, su estatus especial como Reino de Navarra dentro de la corona de España garantizó la continuidad de sus leyes y costumbres, generando un sentimiento de identidad y autogobierno que se vio reflejado en el respaldo a los carlistas.

La influencia británica en las guerras carlistas

Relaciones del País Vasco con Inglaterra durante el siglo XIX

Durante el siglo XIX, las relaciones del País Vasco con Inglaterra desempeñaron un papel significativo en el contexto de las guerras carlistas. Inglaterra, como potencia extranjera, mantuvo una influencia determinante en el desarrollo de estos conflictos internos en España. El País Vasco, con su rica tradición comercial y marítima, estableció estrechos lazos económicos y políticos con Inglaterra a lo largo del siglo XIX. La relación comercial entre ambos territorios se consolidó principalmente en el ámbito de la industria naval y la exportación de productos agrícolas, como el hierro y el vino, hacia Inglaterra. La presencia británica en el País Vasco se intensificó especialmente durante las guerras carlistas. Inglaterra, interesada en mantener una influencia favorable en la región, brindó apoyo económico y logístico a los carlistas, quienes encontraron en el tradicionalismo ideológico un terreno común con la monarquía británica y su defensa del absolutismo.

Papel de Inglaterra en el conflicto carlista y posibles intereses británicos

El papel de Inglaterra en el conflicto carlista fue complejo y multifacético. Por un lado, existían intereses políticos y económicos que vinculaban a la corona británica con los tradicionalistas carlistas. Se especula que Inglaterra buscaba conservar un equilibrio de poder en la península ibérica, favoreciendo a los carlistas como contrapunto a los liberales, cuyas ideas podrían amenazar sus propios intereses en Europa. Además, la posibilidad de resguardar territorios seguros en el País Vasco y su acceso a puertos estratégicos para las operaciones navales británicas en el Atlántico, también podría haber sido un factor de interés para Inglaterra. El control de estas rutas marítimas y la influencia en el comercio bilateral podrían haber sido impulsos para mantener una relación cercana con los carlistas.


Nota: Imagen enlazada desde la web de Wikipedia Commons



lunes, 5 de junio de 2023

Barcos de vapor: la revolución del Siglo XIX

Durante el último tercio del siglo XIX, los barcos de vapor eran una tecnología en pleno auge y transformaron la forma en que las personas y las mercancías se movían por el mundo. Estos modernos barcos eran una alternativa a los barcos de vela que requerían de los vientos para navegar, lo que les permitía viajar más rápidamente y con más seguridad en cualquier dirección. Además, los vapores podían transportar grandes cargamentos de forma más eficiente y eran mucho más fiables que los barcos de vela, ya que no dependían de la naturaleza para funcionar.

Durante este período, se construyeron barcos de vapor de diferentes tipos y tamaños para satisfacer las necesidades de todo tipo de transporte. Los vapor de pasajeros eran particularmente populares, ya que ofrecían un medio de transporte más rápido y cómodo que los veleros. También eran muy utilizados para transportar distintos tipos de mercancías, tanto por rutas fluviales como marítimas.

Uno de los aspectos más destacados de los barcos de vapor durante este período fue el desarrollo de los transatlánticos, grandes barcos de vapor diseñados para cruzar el Océano Atlántico de forma regular y eficiente. Estos barcos eran lujosos y cómodos y ofrecían un viaje impresionante y placentero. Muchos de ellos se han convertido en verdaderos iconos de la historia de los barcos, como el Titanic.

Los barcos de vapor también fueron fundamentales en la exploración y el descubrimiento de nuevos territorios. Muchos exploradores y científicos utilizaron estos barcos para acceder a áreas remotas del mundo, y en algunos casos, los barcos de vapor fueron la única forma de transporte posible para llegar a estas áreas.

En El Hombre del Rey los barcos de vapor aparecen al ser medio de transporte empleado de Esteban de Zubiaga y Norzagaray tanto para ir de Inglaterra al Bilbao, como después para hacer el viaje hasta Buenos Aires desde Santander.


Nota: la imagen ha sido enlazada desde la web de la Diputación Foral de Gipuzkoa


miércoles, 17 de mayo de 2023

Los gauchos: señores de La Pampa

Los gauchos son una figura emblemática de la cultura argentina, siendo considerados como símbolo de la identidad nacional y la vida rural en el país. Estos personajes se caracterizan por ser habilidosos jinetes y trabajadores del campo que viven en estrecha relación con la naturaleza y sus costumbres.

La palabra "gaucho" tiene sus orígenes en el tiempo que la actual Argentina forma parte de España y se utilizaba para describir a los habitantes del campo, que se dedicaban a la cría de ganado y caballos. Con el tiempo, la figura del gaucho se convirtió en un ícono cultural de Argentina y es un elemento muy presente en la literatura, la música y la tradición oral del país.

Los gauchos suelen vestir de una manera muy particular, con prendas típicas como el bombacho, la camisa suelta y la boina o el sombrero. Además, se destacan por su habilidad en el manejo del lazo y el cuchillo, herramientas que son fundamentales en su trabajo diario.

En cuanto a sus costumbres, los gauchos son reconocidos por su amistad, su valentía y su espíritu aventurero. También se les atribuye un gran amor por la libertad y la independencia, valores que se reflejan en su estilo de vida nómada y en su relación con los animales y la naturaleza.

La figura del gaucho ha sido objeto de numerosas representaciones artísticas a lo largo de la historia, siendo una de las más conocidas la obra del escritor argentino José Hernández, "Martín Fierro", que narra las aventuras de un gaucho en la pampa argentina. Además, la música folklórica argentina también cuenta con numerosas canciones dedicadas a los gauchos y a sus costumbres.

Los gauchos en El Hombre del Rey

En esta novela los gauchos apareen cuando Esteban llega a la Hacienda Corona Australis, y tiene un breve encontronazo con ellos hasta que aparece su jefe, y dueño de la hacienda, Vincas Kutavicius.


Nota: Imagen enlazada desde el artículo dedicado a “Gaucho” en la Wikipedia.


lunes, 3 de abril de 2023

El Río Uruguay: escape de Esteban

El río Uruguay es un importante curso de agua de América del Sur que fluye a través de Argentina, Brasil y Uruguay. Con una longitud de 1,838 kilómetros, es el tercer río más largo de Sudamérica después del Amazonas y el Paraná. En este artículo, nos enfocaremos en la sección del río que discurre por Uruguay.

El río Uruguay es uno de los principales atractivos turísticos de Uruguay y un destino popular para los amantes de la naturaleza y los deportes acuáticos. El río es conocido por la belleza de sus paisajes, aguas cristalinas y playas de arena blanca. A lo largo de sus orillas, hay numerosas ciudades y pueblos que ofrecen una amplia variedad de actividades turísticas, como camping, pesca, navegación y esquí acuático.

Además de su valor recreativo, el río Uruguay es también una importante fuente de agua potable para los residentes y la industria de Uruguay. El río es uno de los principales proveedores de agua dulce de la región y ha sido objeto de esfuerzos de conservación y protección ambiental para asegurar su sustenibilidad a largo plazo.

El río Uruguay también es el hogar de una rica diversidad de vida acuática, que incluye peces, crustáceos y una gran variedad de aves acuáticas. Los visitantes pueden observar esta vida silvestre en su hábitat natural en varios parques y reservas naturales a lo largo del río.

En “El Hombre del Rey”, aparece el río Uruguay cuando ,a su regreso de la Patagonia y con dirección a Buenos Aires, Esteban se ve obligado a cambiar su ruta, debido a los sucesos que tuvieron lugar, primero en San Rafael y después en las proximidades de La Rioja. Por toda Argentina ha corrido como la pólvora la noticia de que su cabeza tiene precio, y además muy elevado. Por ello tiene que dirigirse a Montevideo, donde su amigo Ibarrola también tiene una vivienda. Para lo que necesita cruzar el rio Uruguay, frontera natural de la República Oriental del Uruguay desde que ésta “provincia” se separó de Argentina al ser invadida por Brasil e independizarse de aquel sin ayuda desde el otro lado del Mar del Plata.


Nota: La imagen ha sido enlazada desde ella web El Navegante Delta Tour