jueves, 26 de diciembre de 2019

Julio Argentino Roca “el zorro”

Artífice de la Conquista del Desierto

Julio Argentino Roca fue un militar y político argentino que llegó a la presidencia del país, pero antes de eso estuvo al frente de la campaña de Roca o Conquista del Desierto, por la que el ejercito argentino se adentró más allá de la antigua frontera del Imperio Español con los indios araucanos, con la finalidad de apropiarse de todas las tierras que tras el Tratado del Biobio habían quedado baja titularidad de los nativos. Por lo que para arrebatarselas a los indios prepararon la ocupación de los territorios entre el río Negro y el río Neuquén, aunque al final se llegó hasta el Cabo de Hornos.

Tras la campaña, en la que el ejercito se empleo con todo el mejor material que tenía a su disposición contra indios araucanos equipados con arcos y flechas, las mujeres prisioneras fueron empleadas en el servicio domestico de las casas pudientes del país, principalmente en Buenos Aires; mientras que los hombres supervivientes fueron abandonados a su suerte en la isla Martín García, donde no sobrevivió ninguno. Todo ello tras sufrir innumerables escarnios y humillaciones públicas.

El motivo esgrimido para la guerra fue la necesidad de conseguir tierras a bajo precio para que los emigrantes que llegaban a Argentina pudieran trabajar. La realidad al finalizar el exterminio indígena, resultó que la tierras conquistadas fueron adjudicadas a las familias adineradas de Buenos Aires, a los militares de alto rango, o vendas en Londres y París… consiguiendo cada comprador lotes a bajo coste de entre 30.000 y 40.000 hectáreas, libres de cualquier tipo de habitante humano.

La campaña de Roca o Conquista del Desierto

En cuanto al nombre de Conquista del Desierto a la campaña de Julio Argentino Roca, se le dio más que por la descripción geográfica o climática de la zona, por la falta de pobladores blancos, ya que al ser íntegramente de población indígena, ya que el Imperio por el Tratado de Las Paces de Quilín no se adentro en aquellas tierras, y al no tener los argentinos como humanos a los indios, el territorio se consideraba desierto.

Llegando a decir el señor Roca: “Estamos como nación empeñados en una contienda de razas en que el indígena lleva sobre sí el tremendo anatema de su desaparición, escrito en nombre de la civilización. Destruyamos, pues, moralmente esa raza, aniquilemos sus resortes y organización política, desaparezca su orden de tribus y si es necesario divídase la familia. Esta raza quebrada y dispersa, acabará por abrazar la causa de la civilización”.

En El Hombre del Rey no aparece Julio Argentino Roca ni tan siguiera nombrado por los personajes, pero sí se encuentra dentro de la coyuntura en la que transcurre la historia, en la vida real del momento.


Nota: La imagen está enlazada desde la web Siempre Historia.



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